Si hay algún control del automóvil que no deberíamos olvidar NUNCA es precisamente revisar la presión de los neumáticos. El neumático es el único componente del vehículo que permanece de forma constante en contacto con la carretera y es por lo tanto el máximo exponente de la seguridad, ya que si este falla, las consecuencias pueden ser terribles.
Por increible que parezca ¡¡revisamos la presión de los neumáticos menos veces que lavamos el coche!!, aunque por mucha suciedad que tenga, esta no hará que nos matemos.
Las preguntas habituales de nuestros clientes sobre la presión de los neumáticos:
¿Que presión es la adecuada?
La respuesta es bien sencilla ¡¡La que recomienda el fabricante del vehículo!!. Las presiones están perfectamente calculadas para cada automóvil ya que no solamente influye el tipo de neumático sino el vehículo en el que estas están instaladas. El peso y velocidad del automóvil, así como los ocupantes y carga con que lo utilicemos influyen en el valor de regulación.
Tanto si le damos mucha presión como si llevamos poca, reducimos la seguridad global del automóvil y por lo tanto deberíamos tener claro cual es la presión recomendada por el fabricante del automóvil.
¿Que pasa si tenemos baja la presión?
El neumático se calienta antes y cuanta mas temperatura más desgaste. En casos extremos en los que la presión es muy baja se puede desllantar el neumatico en una curva “se sale de su alojamiento en la llanta” y esto provocara una situación de peligro extremo.
Una presión baja también influye en la adherencia y perdida de control del vehículo. Desgastes irregulares “en los laterales” y exagerados del neumáticos junto a la falta de seguridad constante en circulación.
¿Que pasa si tenemos la presión alta?
Las consecuencias son similares a tener una presión baja ya que los neumáticos sufren un desgaste irregular “sobre todo en la parte central”. Los neumáticos absorberán peor las alteraciones del terreno y por lo tanto el confort de marcha se reducirá. Cuanto mas presión le damos al neumático menor es la superficie en contacto con la carretera y por lo tanto perderemos agarre.
¿Pero como es posible que baje sola la presión?
Hay muchas razones por las que el neumático puede ir perdiendo presión y por lo tanto mil y una razones para revisar regularmente la misma. Cuando pinchamos y por ejemplo se introduce un clavo o tornillo en la banda de rodadura “mucho mas normal de lo que pensamos”, la presión se va escapando poco a poco provocando un desequilibrio en el agarre de este neumático con respecto al resto del vehículo. Si revisamos regularmente la presión podremos observar que un neumático tiene un diferencial mayor con respecto a los demás y podremos reparar el pinchazo antes de que sea demasiado tarde. Siempre será mas económico reparar un pinchazo que tener que montar neumáticos nuevos o lo que es mucho peor tener un accidente de trafico.
Al aparcar solemos golpear el neumático contra el bordillo produciendo en algunos casos pequeñas perdidas de aire. El mero hecho de mantener inmovil el vehículo durante largos periodos, una válvula que no cierra herméticamente, ..... tambien son causas de variación en la presión de los neumáticos.
Con la presión bien ajustada tenemos el máximo agarre con un reparto proporcional del esfuerzo en toda la superficie del neumático. Si viajamos con todas la plazas ocupadas o con maletas deberemos ajustar la presión para compensar el aumento de peso. También es importante saber que el vehículo consume mas combustible con los neumáticos mal ajustados a su presión.
Ponte en contacto con nosotros si desconoces cual es la presión correcta de los neumáticos de tu vehículo.
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